viernes, 29 de abril de 2011

Vivo exiliada del silencio
en el ruido blanco del tumulto,
en la cháchara contínua y sinsentido
de este guiñol absurdo.
Títeres de ojos pintados
y oídos atrofiados,
cráneos huecos en los que retumba
el vacío de sus propias voces.
No quiero ser uno de ellos,
muertos vivientes en putrideros de diseño,
manos descarnadas que hurgan en mi cerebro
mientras yo me agarro
a los clavos ardiendo
con los que remacho
mi propio féretro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Admitiré cualquier idea, sugerencia, crítica e incluso algún insulto, pero quiero ser la primera en leer tu comentario.