domingo, 7 de agosto de 2011

Nocturnia

Me pido cada hueco de tu cuerpo,
cada pliegue y cada falla de tu geografía;
los mares de tus ojos,
los ríos de tus manos,
la erupción de volcán en tu sexo.
Todo eso es mío,
y más.
Y tus jadeos,
y el rastro de saliva que dejas en mi cuello,
el eco de tu boca en la mía,
los surcos que aran mis uñas en tu espalda.
Y tu noche, y el deseo,
y la sombra que te abraza.
Todo eso es mío.
Por eso lo mejor será que te busques
una mujercita que te quiera de día,
que reciba tus despojos con los brazos abiertos
y que cure con sus besos mis heridas.

1 comentario:

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