viernes, 20 de mayo de 2011

He vivido en una época de héroes
y heroínas; de grandes objetores
al sometimiento y a la persecución.
(David Marshall)

No se me va de la cabeza. Lo único que puedo pensar estos días es "¡qué grande!". El domingo 15 de mayo, en la Calle Alcalá, miraba a mi alrededor y se me aceleraba el pulso, se me ponía cara de idiota, con una sonrisa a medio camino entre la incredulidad y la esperanza. Porque de eso se trataba y se trata todo esto: de esperanza.

Ese "por fin hemos despertado", esa indignación que recorre el mundo quiere decir, sencillamente, que hemos recuperado la fe en nosotros mismos, la esperanza del cambio, la convicción, de hecho, de que un cambio es posible y de que está en nuestras manos. La mecha de la que os hablaba hace poco ha prendido y ahora no hay quien la pare. No podemos consentir que se apague. No ahora.

Gente de todas las edades, condición, ideología, se lanzó a la calle, tomó su espacio, nuestro espacio, lo reconquistó en un acto político. En democracia, el pueblo tiene dos formas principales de participar: la acción cívica y el voto. Desde el domingo, la ciudadanía está ejerciendo la democracia, usándola, viviéndola.

Sí, estamos haciendo política, claro que sí, porque estamos interviniendo en la vida pública que, a fin de cuentas, es nuestra vida. Y bajo ningún concepto podemos tolerar que se nos acuse de entorpecer el proceso electoral que, si no estuviera en manos de tanto ladrón, sería precisamente esto: el pueblo ejerciendo su derecho de expresión, el pueblo eligiendo el futuro que quiere.

Como todas las revoluciones, esta también pasará, y dentro de 30 o 40 años nuestros hijos y nietos nos llamarán traidores y vendidos, como se lo llamamos nosotros a los de mayo del 68, pero dará igual, porque lo importante es el momento, son los avances, grandes o pequeños, que consigamos ahora. Lo importante es que a la clase política y al capital no les va a quedar más remedio que escucharnos. Por ahora: YES WE CAMP!

2 comentarios:

  1. Ahí estás tú, Ana... Suscribo tus palabras... Podemos hacerlo, lo estamos haciendo...

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  2. ¡Y tanto que sí! A partir del 15M ya nada será igual, pase lo que pase.

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