miércoles, 20 de julio de 2011

Sólo un juego

Juguemos a que no te quiero:
hagamos como si mis pulmones no necesitaran el aire que respiras.
Juguemos al pilla-pilla: tú la llevas
y yo corro y me río y te miro de lejos;
y tú, sin resuello,
en medio del patio del colegio,
aprendes a guardar las manos y los besos.
Juguemos a las nubes:
búscame la forma, hasta que te llueva.
Juguemos a que soy tú:
tan ligera que te rompo si te toco,
tan fría que te abraso si te acercas.
Después jugarás con las cenizas de mis pedazos.